La domótica esta experimentando un gran crecimiento actualmente debido a las comodidades que nos ofrece. En este artículo vamos a darle un vistazo a sus posibilidades con un sencillo ejemplo.
Los dispositivos
El primer paso que deberíamos dar es saber qué es lo que queremos controlar. Luces, radiadores, ventiladores, aire acondicionado, persianas… cualquier electrodoméstico que tengamos en el hogar es factible de ser controlado. En este punto haría una primera división:
- Encendido/apagado: Este tipo de dispositivos solo disponen de estos 2 estados.
- Regulables: En este caso podremos realizar un control más exhaustivo. En esta categoría el ejemplo más común sería la temperatura donde marcamos un valor y el sistema se encargará de hacer lo que sea necesario para conseguir dicho valor. Otro ejemplo serían las luces regulables, en las que se pueden seleccionar distintos niveles de intensidad además del encendido total (al 100%) y apagado. O unas persianas que podríamos dejar a distintas alturas.
Y respecto a su construcción realizaría una segunda división:
- Sistemas integrados: En esta categoría irían los dispositivos que salen ya de fábrica con la posibilidad de de ser controlados. Son productos actuales ya pensados para la “vida moderna”. Este tipo de dispositivos podrían ser tanto de encendido/apagado como de regulación.
- Elementos con control externo: Aquí pondríamos los que no están preparados para ser controlados externamente. En este caso deberemos adquirir un dispositivo extra que nos permita realizar dicho control, este tipo de sistemas, en principio, solo permitirían un control de encendido/apagado.
La instalación y configuración
El modelo elegido, y culpa de la coletilla del título, no precisa instalación y por eso es tan sencillo como conectarlo entre medio del enchufe de la pared y el dispositivo. Este modelo es el P100 de la familia TAPO de TP-LINK (existen modelos similares de otras empresas).
Otros tipos de dispositivos pueden requerir atornillarlos, soldarlos, etc. y necesitar de algún tipo de encapsulado para albergarlo. Pudiendo conllevar además, algún tipo de “obras” en casa para pasar los cables por la pared.
Viendo estos dos estilos podemos deducir que vendrán mejor unos u otros según el elemento a controlar. Por ejemplo:
- Un ventilador antiguo sería necesariamente controlado con modelo como el elegido.
- Mientras que para la lámpara del techo sería más útil uno sin enchufes, atornillado a los cables y situado encima del falso techo.
Configuración
Una vez instalado, vamos a ver los pasos necesarios para dejarlo funcional. Advierto aquí que cada compañía/familia/etc. tendrá una forma diferente de actuar, pero (al menos aproximadamente) los pasos a seguir serán los mismos.
Antes de empezar deberemos instalarnos la aplicación (generalmente en el móvil) de control de nuestro dispositivo. Seguramente estará indicada en las instrucciones o en la caja, incluso suelen ya incluir un conveniente QR que nos lleva directamente a su ubicación en la tienda de aplicaciones correspondiente.
Lo primero será colocar el dispositivo en modo de configuración. La primera vez que lo instalamos es muy probable que arranque directamente en este modo. En otra habrá alguna forma de meter al dispositivo en este modo (habrá que mirar las instrucciones para saber cual exactamente), generalmente suele ser mantener el pulsador accionado durante un tiempo relativamente largo (p.e. 10 segundos). De alguna forma sabremos también que el dispositivo se encuentra en este modo, en nuestro caso el led parpadeará alternando el color verde y naranja.
Localizar dispositivo
El segundo paso será ir a la aplicación, buscar un “Añadir dispositivo”, o similar, y darle. En nuestro caso el botón tendrá el símbolo de +. En este punto es posible que nos pregunte qué tipo de dispositivo queremos configurar, si es así lo indicaremos. A partir de ahora se intentará establecer una comunicación entre la aplicación y el dispositivo. Esto dependerá de cada modelo. Por ejemplo, en los dispositivos de SONOFF se crea un punto de acceso Wifi al que se conecta el móvil, mientras que en este de TAPO se realiza mediante Bluetooth (aunque ya especifica que el Bluetooth solo se emplea para la configuración).
Configuración de red
Una vez localizado se procederá a configurar la red Wifi que se usará. Generalmente será la del router de nuestra casa. Seguramente nos pedirá que introduzcamos la contraseña de la red, pero en algunos casos será posible almacenarla para no tener que repetirla cada vez que configuremos un nuevo dispositivo.
Nombre y ubicación
Y por último tendremos que darle un nombre y una ubicación (la habitación donde lo hayamos instalado) para tenerlo correctamente identificado. También es posible que podamos asignarle un icono personalizado para una mejor identificación.
En caso de tener varios dispositivos este punto resulta imprescindible para ser capaces de distinguirlos cuando queramos actuar sobre ellos.
Otros pasos
Otro paso que puede realizarse durante el proceso de configuración es la actualización de firmware (el software interno del dispositivo). Igualmente será interesante comprobar si existen nuevas versiones regularmente (aunque tampoco hay que obsesionarse y andar mirándolo todos los días) si no lo hace de forma automática.
Su uso
Una vez instalado, solo nos queda disfrutar de sus ventajas de cualquiera de las maneras posibles que vamos a ver a continuación.
Controles sobre el propio dispositivo
El mismo dispositivo dispone de controles para poder actuar manualmente sobre el mismo. Este es un detalle importante, aunque no imprescindible, pues no siempre vamos a llevar el móvil encima para poder accionarlo (y no apetece ir al otro lado de la casa a cogerlo solo para encender/apagar algo 😂). Es una interface sencilla pero útil:
- Pulsador: Puede verse en la imagen que se encuentra situado en el lateral. Fácil, se pulsa… si está apagado se enciende y si está encendido se apaga. No hay más.
- Led: Situado en la parte superior izquierda nos indica si el circuito está apagado (led apagado) o encendido. En este caso podremos diferenciar si tiene conexión Wifi (led verde) o no (led naranja). También puede configurarse para que esté siempre apagado para ahorrar un poquito de energía o que no moleste su luz por la noche.
Uso manual
Lo primero que podremos ver en el móvil, una vez en la pantalla del dispositivo, un bonito botón el cual pulsándolo podemos encender y apagar lo que queremos controlar.
Cosa que está muy bien, pues nos permite actuar sobre el dispositivo a distancia, pero lo realmente interesante de la domotización son las automatizaciones que nos ofrece, así que vamos a pasar a verlas.
Temporizador
En primer lugar vamos a ver las temporizaciones. En este caso se encuentra abajo a la derecha con el icono del reloj.
El interfaz es muy sencillo, simplemente un reloj sobre el que marcar el tiempo y la acción que queremos que se realice cuando pase dicho tiempo.
Un ejemplo sería teniendo encendido en el dormitorio un ventilador o calentador cuando nos vamos a dormir y lo programamos para que se apague dentro de un cierto tiempo (p.e. el tiempo que aproximadamente tardemos en dormirnos) de forma que no lo tengamos funcionando toda la noche (ni tener que estar atentos nosotros para apagarlo).
Hay que tener en cuenta que esta acción se ejecutará una única vez.
Automatizaciones
Ahora viene la parte más interesante. Las automatizaciones consisten en realizar una programación para que el dispositivo realice determinadas funciones de forma automática.
El caso anterior de la temporización también podría considerarse una automatización, ya que cuando se realiza la acción la hace automáticamente, pero la diferencia se encuentra en que en la temporización hemos de “lanzar” el proceso de forma manual cada vez que queramos que se realice.
En este caso lo que tenemos que programar son 2 cosas:
- El disparador: Se denomina disparador (trigger en inglés) a el suceso que desencadena la acción. En este caso podemos elegir entre Salida del sol, puesta de sol o una hora determinada. Además podemos elegir qué días de la semana queremos que se ejecute (esto viene bien por ejemplo si queremos realizar unas tareas distintas los días que trabajamos de los que no).
- La acción: igual que en los otros casos, aquí podremos elegir el encendido o apagado.
Para acceder a las programaciones, pulsaremos sobre el icono abajo a la izquierda en la pantalla de estado del dispositivo. Al hacerlo accederemos a la pantalla donde veremos las distintas programaciones y podremos añadir nuevas.
Escenas
Existe otra cosa llamada Escenas o en este caso Atajos (cada fabricante le dará un nombre). Estas son de ejecución manual, es decir, hay que darle al botón para activarlas. Lo interesante es que pulsando solo un botón podemos actuar sobre varios dispositivos a la vez.
Por ejemplo, podemos configurar una escena que llamaremos “Dormir” en la cual disponemos que se apaguen todas las luces y baje las persianas. Así nos ahorramos el tener que ir apagándolas una a una. U otra con el nombre de “Salón” que encienda las 2 o 3 luces del salón y apague todas las demás.
Control por voz
Esta característica no suele ser propia de las aplicaciones sino que lo que hacen es proporcionar integración con los asistentes digitales más conocidos: Alexa, Siri, Google Assistant… Por lo que simplemente habrá que proporcionar el usuario y contraseña de nuestro servicio.
De esta forma, por ejemplo, diciendo en voz alta un simple “Alexa, enciende la luz del pasillo” creo que ya la mayoría sabrá lo que va a pasar 😂.
La forma difícil
Aquí podríamos complicarnos la vida en dos aspectos (pudiendo ser necesario o simplemente hacerlo por gusto):
- A nivel de instalación de los dispositivos: como ya hemos hablado, dependiendo de los componentes será mas sencilla o no la instalación. Atornillar, pasar cables, picar en la pared y volver a tapar con cemento/escayola… podemos complicarnos todo lo que sea necesario para dejar la instalación a nuestro gusto.
- Respecto al sistema de control: Tenemos 2 opciones:
- La sencilla que es emplear la aplicación propia del fabricante del dispositivo. Como hemos visto en este ejemplo.
- La complicada se basa en emplear nuestros propios servidores que deberemos instalar y configurar nosotros mismos. Podemos emplear un PC, una raspberry o cualquier otro sistema que nos permita realizar su instalación. Por suerte, si tienes algo de conocimientos y paciencia, no es tan complicado como parece. El ejemplo más conocido es Home assistant que ofrece las suficientes opciones para dejarlo todo configurado a nuestro gusto.
Consideraciones finales
Bueno, como decíamos al principio este es un sencillo ejemplo.
Existen multitud de elementos para el control de todos estos diversos aparatos (luces, ventiladores, aire condicionado, estufas, persianas, etc.) y cada una tendrá sus peculiaridades dependiendo del aparato y de la marca, por lo que es recomendable siempre leer las instrucciones de cada dispositivo en concreto (lo que nos ahorrará tiempo y dudas) y seguir los pasos indicados.
En este ejemplo no ha sido necesario, pero permitirme recordar (safety first) que siempre que se vayan a realizar modificaciones en la línea eléctrica hay que apagar los diferenciales para evitar posibles calambrazos (por decirlo suavemente 😅).
Como curiosidad, he llegado a ver una bombilla inteligente (por bluetooth) por 1,5€, habiendo bombillas “tradicionales” más caras. Así que por ese precio había que probarla. La bombilla en sí no estaba mal e incluso sin la parte “inteligente” viene bien, pero sin embargo la aplicación de control era muy simple, casi sin opciones y muy mala, la verdad. Por lo que os recomiendo que miréis bien lo que váis a comprar.
Francamente, domotizar merece la pena. A ver, tampoco veo necesario automatizar nuestro hogar completamente (en un futuro ya se verá) pero sí que hay algunos detalles que que vienen muy bien y nos hacen la vida más cómoda. Por ejemplo, en mi caso lo que mejor me viene es tener una luz programada para que se encienda los días de trabajo a la hora que suena el despertador.