Durante nuestras jornadas robóticas queríamos aprender a crear algo rápido sencillo y para los más pequeños. Como anteriormente habíamos creado un sumo robot, pudimos ver como unos luchaban contra otros en un caos total.
Pero ahora queríamos hacer algo más pequeño, más manejable, más minimalista. Un pulgabot…
Un pulgabot es un modelo de robot que se basa en la misma mecánica que nuestros sumo robots. Es un sistema de vibración mediante un motor desequilibrado que distribuye las fuerzas debidas al giro hacia sus puntos de apoyo.
Si antes disponíamos de 3 puntos de apoyo con los sumo robots… ¿que pasará si convertimos nuestro robot en un cienpies? En esta pregunta reside el truco del pulgabot. Vamos a crear un robot cuyas patas sean las cerdas de un cepillo como si cada una de ellas de una pata se tratara.
Así pues vamos a ello. Vamos a necesitar dividir esta actividad en dos, la construcción de un laberinto y el montaje de un robot.
Este robot está dentro de nuestra categoría de proyectos chinos, ya que los materiales son accesibles en cualquier bazar o en alguna tienda medianamente especializada.
Para el robot necesitaremos ir a un chino y comprar.
- Cepillo de dientes
- Pila de reloj
- Mini motor vibrador
- Cable
- Adornos (Ojos, palos de colores…)
Material de montaje (también se puede comprar en un bazar chino)
- Pistola de silicona
- Soldador
- Estaño
Montaje del robot
Para el montaje del robot necesitaremos primero romper nuestro cepillo de dientes en dos partes. Cortamos el mango del cepillo y nos quedamos con la parte que utilizamos para lavarnos los dientes.
Una vez hecho esto, vamos a pegar el motor en la cabeza del cepillo con silicona. Podemos hacerlo con dos tipos de motores vibradores; con eje o sin eje. Nosotros recomendamos el que tiene eje, ya que se transfiere más potencia y es más divertido.
A poder ser, intentaremos que esté lo más centrado posible sobre el cepillo y con el eje saliente. Un poco más atrás pegamos la pila con el borne de negativo hacia arriba y soldamos uno de los cables del motor a un lateral de la pila. Despues cortamos dos trozos de cable pequeños y nos las ingeniaremos para hacer un modo interruptor con cables como el circuito que aparece en la figura.
Deberemos soldar uno de los cables al cable restante del motor y otro cable al negativo de la pila.
Solamente con unir los cables y enrollándolos entre sí, nuestro pulgabot comenzará a vibrar y podremos dejarlos sobre una superficie plana para que se mueva por todas partes.
Finalmente solo nos quedará adornarlo con ojos saltones y algunos colores.
Por cierto, cuidado con ponerles muchos adornos, ya que el peso a los lados puede hacerle cambiar su centro de gravedad y caerse con facilidad.
Y MUY IMPORTANTE… Cuidado con los hilos de silicona o pegamento… Estos hilos se pueden enredar en el eje, haciendo que nuestro motor vaya más lento aparentando que ha dejado de funcionar o que la pila se a gastado. Para solucionarlo hay que calentar el eje con un mechero o con algo caliente cerca para derretir los hilos.
La construcción de un laberinto
Para añadir diversión a nuestro pulgabot vamos a crear nuestro laberinto y para ello debemos empezar dibujando en un papel, un modelo simple de cómo queremos que sea nuestro laberinto. No es necesario hacer algo excesivamente grande. Solamente creando un laberinto minimamente complicado para que nuestro pulgabot recorra cada uno de los rincones para llegar a la salida es más que suficiente.
Como a nosotros, eso del papel, lo usamos en ocasiones contadas a menos que estemos leyendo un libro sobre robots, podemos usar tambien una aplicación para generar laberintos de forma automática sin pensar demasiado.
Recomendamos utilizar una configuración de 6 celdas x 6 celdas. Aunque podemos cambiar la forma de nuestro laberinto entre rectangular, circular y hexagonal, también podemos poner algo de nuestra imaginación, como algún puente o algún recoveco inalcanzable o una mezcla de todo.
Aquí podréis encontrar distintos ejemplos cambiando las configuraciones.
Con unas tijeras y cartón, deberemos crear una base de cartón rectangular y muchas tiras largas para hacer las paredes.
Una vez que tengamos la base, dibujamos con lápiz, el modelo de por dónde queremos que pasen nuestras paredes y una vez dibujadas, con la pistola de silicona vamos fijando las paredes para que se queden horizontalmente.
Una vez que hayamos acabado todo el conjunto, nos podemos dedicar a jugar haciendo carreras con nuestros pulgabots en nuestro laberinto.